Sophie Calle. La sombra
Lo vimos llegar a clase empujando lento el carrito de la biblioteca de la escuela. Mientras avanzaba y saludaba entregó sin mucho ruido un libro de fotografía a cada uno en el salón. Robert Blake, buen maestro, pasó dejando a todos el trabajo del artista que a su parecer nos era más importante y conveniente conocer en aquel momento de nuestra fotografía. A mí me abordó con un libro de Robert Frank llamado The Lines of My Hand, que agradezco casi a diario desde entonces. A una alumna a la que ya no le cabía el mundo en el visor le pasó una selección de fotos de Richard Misrach, gigantes y sencillas. Al estudiante frustrado con paisajes aburridos y difíciles lo corrigió presentándole a William Eggleston, y al compañero que buscaba salir del closet ayudado por sus fotos, le entregó una joya que también nos transformó a todos en aquel salón del ICP de Nueva York.
El libro se llamaba Did You See Me? de Sophie Calle y, a diferencia de los otros, se lo entregó al alumno marcado en una página escogida especialmente para él. Era el inicio del capítulo sobre un trabajo del año 1981 llamado “La sombra” y para el cual Sophie, por medio de su madre, contrata a un detective privado con la orden de seguirla un día completo por las calles de París. Para casi todos en la clase Sophie Calle era hasta entonces una total desconocida. El libro, que es una retrospectiva muy completa de su obra, nos terminó por seducir y ayudar a todos por igual. La clase se trataba de narrativa fotográfica y en todas sus formas este libro era lo más inspirador que nos podía suceder.
Más allá del capítulo recomendado, cada página del libro traía una revelación: Sophie se emplea como camarera de un hotel para retratar los objetos personales de los huéspedes y así acercarse a definir qué tipos de personas son. Sophie pregunta a 23 personas ciegas de nacimiento qué es la belleza para ellos, los retrata y retrata esa visión. Sophie encuentra la libreta de contactos de un hombre, la copia y la devuelve y pasa a elaborar el retrato del dueño, a través de llamadas a sus conocidos y fotos de sus actividades favoritas.
La historia que puntualmente debía darle a mi amigo un empujón, es el resultado del trabajo de una fotógrafa que no ejecuta ni una sola de esas fotos. “La sombra” es la obra de un detective y una voyerista. Allí Sophie es autor y personaje. Es una presa fotografiada desde todo ángulo posible de su día. Un manojo de notas hechas por el detective, describen también sus acciones por la calles de la ciudad y completan la intención inicial de la fotógrafa a través de este trabajo: probar su propia existencia.
Siempre me ha parecido una idea y una ejecución supremas. Es una obra importante que me hace apuntarle de manera diferente a todo lo que me he propuesto retratar desde el día en que la vi. Me gusta pensar también que gracias a ese trabajo mi amigo es un fotógrafo feliz y desinhibido en donde quiera que esté, y que Robert Blake se salió con la suya y nos cambió la vida a todos en aquel salón aquella vez. Sophie ya expuso su trabajo en Medellín y ahora llega a Bogotá. Del 21 de junio al 20 de septiembre en el Museo del Banco de la República
Junio 07 de 2012
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