Fotoblog
Historia de una portada
En febrero de 2011 la editorial Aguilar en Bogotá me comisionó la imagen de portada para el libro La eterna parranda de Alberto Salcedo Ramos. En un principio pensé, con toda lógica, que en mi archivo aparecería algo que seguro se ajustaba a los requisitos de diseño. A lo largo de ocho años de trabajo junto al gran periodista y amigo, eran ya muchas las historias que habíamos tenido el privilegio de cubrir y compartir para diversas publicaciones dentro y fuera del país. El libro sería una selección de 27 crónicas escritas por Alberto desde el año 97, y necesitaban una imagen que pudiera, mas o menos, sintetizarlo todo en su portada.
Sophie Calle. La sombra
Lo vimos llegar a clase empujando lento el carrito de la biblioteca de la escuela. Mientras avanzaba y saludaba entregó sin mucho ruido un libro de fotografía a cada uno en el salón. Robert Blake, buen maestro, pasó dejando a todos el trabajo del artista que a su parecer nos era más importante y conveniente conocer en aquel momento de nuestra fotografía. A mí me abordó con un libro de Robert Frank llamado The Lines of My Hand, que agradezco casi a diario desde entonces. A una alumna a la que ya no le cabía el mundo en el visor le pasó una selección de fotos de Richard Misrach, gigantes y sencillas. Al estudiante frustrado con paisajes aburridos y difíciles lo corrigió presentándole a William Eggleston, y al compañero que buscaba salir del closet ayudado por sus fotos, le entregó una joya que también nos transformó a todos en aquel salón del ICP de Nueva York.
Nereo. Un contador de historias
En su punto mas alto, entre los años 30 y 50 del siglo XX, la fotografía fue el medio responsable y exclusivo de enseñarle al mundo el rostro de la “realidad”. Durante esa época dorada las publicaciones mas acreditadas dedicaban sus mejores espacios a las extraordinarias imágenes de un grupo de artistas aventureros, que por entonces exploraban sin afán los alcances de su equipo y su visión. Los grandes nombres de Bresson, Capa, Seymour, Lange y otros tantos, pasaron a convertirse en referentes decisivos para todo aquel que quisiera profundizar en el oficio. Paralelo al arte de todos esos maestros del mundo en aquel momento, y no lejos de sus influencias, es justo decir que uno de los grandes aportes de Colombia a este medio universal es Nereo López.
Quieto pa' la foto
Cobardía se le llama también a eso que se siente al querer fotografiar a un desconocido. Es un temor natural, inevitable incluso para el más avezado y extrovertido. Todo aquel que en su vida haya empuñado una cámara con intenciones más o menos serias, lo sabe. Y lo sabe porque siente que el acto de dispararle a alguien así, a quemarropa, es invasivo, violento y, en ocasiones, injustificado.
Gorgona
“Yo nunca entro solo a ese lugar. Tampoco lo hago sin antes haberme echado por lo menos una bendición”
El aguante decisivo
Cuando Ansel Adams afirmó que una fotografía no se toma sino que se hace, o que saber dónde pararse es lo que también hace buena a esa foto, se refería al trabajo más allá de la simple presión del índice sobre el disparador. Ernst Hass agregó también que el lente mas importante son las piernas y así, cada fotógrafo legendario ha aportado algo al tema a lo largo de la historia. Moverse, acomodarse, calcular, anticipar. Ver la imagen en la mente mucho antes de llevar la cámara hacia el ojo es uno de los talentos definitivos para este trabajo. Con el tiempo y la experiencia todo se reduce a segundos o a fracciones, aunque el límite real siempre sea el resultado final.
Los mineros del azufre
Cada día, y por lo que les reste de vida, el alimento de los mineros de Kawah Ijen, y el de sus familias, solo dependerá de la profunda y colosal caldera del volcán activo en el que les ha tocado en suerte trabajar. En un paisaje surreal, hostil, hermoso, el esfuerzo y el sufrimiento toman forma en las figuras escuálidas de mas de ciento veinte hombres, que solo tienen como opción la muerte en vida. Aquí nadie, por fuerte que sea o lo parezca, pasará de los 40 años.
La infancia de Raleigh
De Sir Walter Raleigh la historia ha dicho que fue un navegante exitoso y un explorador insaciable, que ejerció la política de manera habilidosa, que ofició como pirata despiadado. Poeta, escritor y soldado, este noble inglés jugó un papel importante en la derrota histórica de la armada española en el siglo XVI y fue el responsable de que Europa conociera el tabaco, las papas y otros productos del nuevo mundo.
Blondie
De niño siempre tuve la impresión de que mis tíos eran pésimos tratando de ocultar las revistas porno que compraban cada mes. Hacerlo bien nunca les interesó del todo, al parecer, y en casa de mis abuelos maternos pude siempre encontrarlas y ojearlas con paciencia y comodidad en los rincones de sus habitaciones. Por entonces Playboy era su favorita. Era lo mejor y casi lo único que se conseguía de manera exclusiva en las farmacias de barrio en Bogotá. Los años setenta se agotaban y el sexo era mas que un tabú en mi entorno y en la sociedad. Yo tenía siete, ocho años tal vez.
Batavia
Batavia es apenas uno entre muchos de los nombres con los que se conoció a Yakarta en el pasado. El nombre hoy permanece atado a un viejo puerto colonial, que no envejece, y que han querido llamar también Sunda Kelapa o Puerto de Yakarta, a secas.